Gefährlich ist wer Schmerzen kennt
Vom Feuer das den Geist verbrennt
Bäng bäng
Anoche lo he vuelto a intentar. He tenido razones suficientes para hacerlo, él ha vuelto a mi vida, atormentándome como lo hacía antes. No puedo evitarlo su sombra me persigue, su recuerdo en mi memoria viene constantemente, abrumándome, haciéndome sentir humana y frágil.
Trato de alejarlo, pero siento que lo necesito, siento que me podría cobijar, dar refugio, es el único que me podría entender. El fue el causante y razón de mi desgracia, supongo que sabrá el daño inagotable que ha causado. A veces me pregunto si esto se terminará.
Ahora que ha vuelto me siento débil, con ganas de no vivir más, antes lo único que quería era que el recuerdo de aquella tarde se esfumara con rapidez, ahora ya no tengo la menor idea de lo que deseo.
-¿Inexistencia?
-Tal ves.
-Quizás si vuelvo a él…
-No, no es correcto.
-Pero yo lo ame…
-Eso ya no importa.
-Necesitaba ayuda y la busque…
-erróneamente.
-Al menos lo intente…
-¿ y de que sirvió? Para ser la burla de todos, para dar lastima
nadie me creyó.
Mi cordura se vuelve tóxica con cada día que pasa, mis pensamientos son cada vez mas difusos.
Sentada en un banco de la plaza, de repente sentí su voz, su mano tocando mi hombro me hizo temblar, capturas de aquella vez vinieron a mi mente, en este momento solo quería llorar, pero fui fuerte, lo mas que pude, no pude mirarlo a su cara, no pude sostener la mirada, él supo lo que pasaba en mi mente, creo que al fin analizó que mi alma muere cada día por su razón.